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Las Hipnopómpicas

Territorio Poppins

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Escenarios

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El silencio de las mujeres en España

 

Esta imagen de dos mujeres – desconocidas, imagino para casi todo el mundo- me parece una buena introducción visual al capítulo «Las Prisioneras» (Territorio Pop-Pins, libro)

Patrick Mcgoohan

 

De Patrick Mcgoohan (El Prisionero) a «Portmeirion», un capítulo que por el momento sólo puede leerse en el libro «Territorio Pop-Pins». Portmeirion es La Villa, y un pueblo en sí mismo creado a partir de retazos de otros lugares. ¿Ficción para la ficción o realidad nacida de la ficción?

Cartilla de racionamiento

 

Desde finales de la guerra civil española y hasta 1952 los ciudadanos de España mal vivieron y peor comieron en régimen de racionamiento. No todos. Junto al racionamiento creció el estraperlo. Esta imagen de una cartilla individual de cupones de racionamiento evoca el capítulo de Territorio Pop-Pins que se sitúa en este contexto.

Kennedy is dead

 

Esta portada del New York Times es una imagen adecuada para situar la época histórica a la que se refiere el capítulo «Digan lo que digan», que puede leerse en el libro «Territorio Pop-Pins»

Moscú, octubre 1993

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Es es el escenario donde se sitúa el capítulo «No mires a los ojos de la gente» (hay que leerlo en el libro «Territorio Pop-Pins», Editorial Limbo Errante)

Acerca de la metamorfosis

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Metamorfosis. Un concepto que atraviesa Pop-pins de principio a fin, y sobre el que versa el capítulo en el que ahora estoy metida. Este capitulo se abre con la imagen de Audrey Herpburn atravesando Roma sobre su vespa. Criatura híbrida, leve centauro femenino. La máquina que construye el perfil del mito.

Si en Franz Kafka se fundamenta en gran medida la narrativa contemporánea (no sé tanto si la coetánea) es por su concepto y desarrollo del individuo metamórfico. Creo que el siglo XX participa de una idea dolorosa de la metamorfosis, porque en su contexto forma parte de una pérdida de referencias absolutas (las que inventaron el Romanticismo y las revoluciones burguesas, confiados al imperio de la Razón – no de lo razonable), cuya desaparición necesita, como toda decepción, un tiempo de asimilación. En ese ámbito de principios absolutos, cualquier cambio conllevaba una merma de identidad. Sin embargo, todo, incluso la propia investigación científica nos inclina hoy a pensar que son, precisamente, las metamorfosis las únicas garantes de la supervivencia, y que solamente es posible mantener la transformación precisa a través de la imaginación y la hibridación (retorna la valoración del inconsciente, de la intuición, de la inteligencia emocional).

Frente a la necesidad imperante de lo aparente, de la presencia, la metamorfosis supone un predominio del discurso en casi silencio, visible sólo en muestras-iceberg fragmentarias y momentáneas, puesto que la formulación que sostiene la metamorfosis es igual que ella misma transformable, en función de todas la variables posibles en un momento y tiempo dados, y respecto a un fin determinado (ese fin puntual y posiblemente poco perdurable que tiene la misma capacidad cuánticamente transformadora que el ojo observador).

Creo que ya hemos aprendido a vivir en la desubicación (un concepto que llena de oscuridad existencial e incertidumbre, de angustia,  la literatura de Kafka). Estar desubicados ya no es no estar. Somos seres fluyentes (en la red digital, por ejemplo, donde aún terminaremos por fluir mucho más). Y somos seres ortopédicos, dependientes de las percepciones que nos procuran instrumentos todavía externos a nosotros. Instrumentos que amplían nuestros sentidos y nuestras capacidades. En nuestras manos, oídos, frentes crecen teléfonos, gafas cibernéticas, auriculares, pantallas, como crecían animales, hojas, mares desde los miembros transformados de los antropomorfos que habitan las composiciones grutescas de la antigüedad y del Renacimiento. Su transformación fue posible gracias al poder de la imaginación de la naturaleza. Pero ellos también pensaban que era otra cosa.

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La imagen es un momento de la noche del 23 de febrero de 1981. Su referencia en el Proyecto Pop-Pins está en el capítulo «Punte de América», que se puede leer en el libro «Territorio Pop-Pins» (desde finales de febrero de 2017 en librerías)

23 febrero 1981, exterior del Congreso

Ventana que atravesó el gran conejo amarillo

Goggle Street, Carrer Felip II Barcelona
Goggle Street, Carrer Felip II Barcelona
La espuma del mar
La espuma del mar

Descubrir la historia

Descubrir la propia historia —–>

xxxxxxxx  Carta al padre (desaparecido)

en el libro «Territorio Pop-Pins» está este capítulo xxxxxxxx

toreros_al_carrer_Cabanyes

Matrix

what is truth —-  Capítulo en «Territorio Po-Pins», libro

St. James Tavern, London

The St. James Tavern
The St. James Tavern

Pincha en la puerta del pub, dentro están viendo un partido de fútbol (12 a 1 fue el resultado)

La violación de Lucrecia

La violación de Lucrecia, poema dramático de William Shakeaspeare, interpretado íntegramente por Nuria Espert, dirigida por Miguel del Arco:

La lógica del poder: «Así como la lluvia desgasta el mármol, las lágrimas no ablandan la lujuria… la culpa es sólo tuya… es tu belleza la que esta noche te tendió una trampa, y debes someterte a mi deseo con gran paciencia, porque te he elegido para mi terrenal goce»

(Ya me gustaría a mí hablar de sexo en Internet)

Portmeirion – 2

El género humano no puede soportar tanta realidad
El género humano no puede soportar tanta realidad

Monegros

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Monegros. La ley del desierto

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