>> making on:

El mes de enero ha sido tan malo y accidentado con temas de salud (menores, por fortuna, aunque descorazonadores) que no me ha dado mucho tiempo de adelantar con los diversos trabajos. Si Pop-pins arrastra una interrupción en las entregas de capítulos, ahora no tengo más remedio que retrasarme un poco respecto a la fecha anunciada como límite para una nueva. Creo que sólo será unos días. Espero.

Por otro lado, estoy inquieta, porque a menudo las cosas que parecen meras coincidencias encierran mensajes que no sabemos interpretar. Pop-pins no debería haberse retrasado tanto en su crecimiento y formulación, aunque ambos nunca vayan a ser sino una manera provisional de mostrarse. Quienes hayáis leído un poco cosas del Proyecto Pop-pins ya sabéis que nada hay definitivo en él, ni siquiera para el lector. El retraso ha propiciado que el Proyecto termine coincidiendo en el tiempo con dos efemérides que  tienen que ver con Pop-pins:

el 50 aniversario de la realización de Mary Poppins, película (ohhh, no hay banalidad ni cursilería en ello – ya habréis leído y visto que Hollywood aprovecha y lanza hoy mismo la peli «Al encuentro de Mr. Banks» sobre la tortuosa historia de adaptación del libro al cine – técnicamente me interesa más la versión cine, por mucho Disney que haya por el medio),

y el 30 aniversario de las muertes de Cortázar y Albertina (que os recuerdo murieron el mismo día) – Cortázar, a quien Proyecto Pop-pins reconoce como punto de partida.

Estas cosas obligan a Helia. Esta realidad obliga  a Helia desde su futuro. Porque, como ya habréis ido viendo, viajar entre los tiempos de la llamada realidad y la llamada ficción sí es del todo posible en la literatura.

El próximo capítulo tiene como tema algunos aspectos que derivan de la crisis económica, pues Helia ya tiene constancia por lo menos en su vida de dos o tres momentos de crisis, pero ninguno tan metamórfico y cruel como éste. El siguiente capítulo veremos qué ocurre con el asunto de los aniversarios. Y aún quedan unos cuantos más.

Ahora tengo que irme. Mientras termino capítulos, usaré el making on para contaros por qué son importantes los aniversarios, y por qué Poppins interesa a Proyecto Po-pins. Por cierto, me congratulo de ciertas visiones «revisionadoras» en positivo de este personaje.

Seguimos. Seguro.