He dejado a Rose Mary Taylor, la Pop-pins, y Albertina tomando el té, o cerveza, no sé, bajo el techo de Saint James Tavern, justo sobre la cabeza de Helia y su ordenador portátil. Es lo que tiene Londres: se puede flotar, sobre todo si eres inglés. Hay tradición, y está documentada:
Flotar relaja y genera confianza. Se puede recuperar viejos lazos. Rose Mary y Albertina tienen de qué hablar.
La Prisionera.
febrero 15, 2012 12: 57pm at 12:57 pm
Como me gusta esa peli, por Dios.