A
cabo de terminar el capítulo Luces de la ciudad en su casi primera versión. Lo había abandonado estos días. Ya está. No era para tanto. Creo que me estaba dando miedo. El típico miedo de no saber si se sabrá. Bueno, cuando tengo una primera versión siempre me parece que ya no falta nada. Pero falta casi todo. De todas formas, terminar este capítulo después de todo un día de trabajos otros es un logro (y éso que me duelen los oídos y últimamente me canso). Je suis hereuse, ja.
Cartel 1931:
Conviene recordarlo. Al menos para buscarlo de nuevo en su momento.
marzo 31, 2011 6: 18am at 6:18 am
Oh, peliculón (a pesar de su famoso plagio). Si la cosa viene de aquí, entonces promete mucho (personalmente, prefiero a Chaplin a la Poppins…).
Besos.
marzo 31, 2011 8: 12am at 8:12 am
Oh, peliculón, claro. El asunto del plagio siempre lo agrava el dinero.
Chaplin circa Pop-pins…, no, no. Hombre, Alfredo, yo desde el punto de vista cinematográfico también prefiero Chaplin. Pero Pop-pins no hace en realidad referencia a la película, excepto por la capacidad de transrealidad de su protagonista. Creo que ésto se explica mejor en las Píldoras rafiofónicas.
Besos