2. <Nota previa (27-12-10, 00.30): Hay que corregir algo la redacción y mañana haré las pertinentes inclusiones en el grupo de facebook. Pero de momento, dejo el  texto sin corregir en este post. Es que tengo un poco de sueño y quiero leer un rato antes de dormir, que ando un tanto enganchada a Sukkwan Island >

 

3.  //(27-12-10, 23.10) hago algunas pequeñas correcciones ya a las 11 de la noche del lunes, 27 de diciembre. Me he pasado el día en el trastero de casa: lo cual no es ajeno a Pop-pins, al menos bastante menos ajeno de lo que pudiera parecer. Me voy dando cuenta de que vida cotidiana y decisiones literarias (dicho así para que nos entendamos, pues no me creo en exceso estas diferenciaciones) tienden a involucrarse, no trascurren desconociéndose. Así que me he pasado el día literalmente en el trastero: ordenando, desechando y tirando, reordenando, limpiando. El trastero es ahora una saludable mezcla de memoria escogida y presente marginal. Me he cansado mucho (por lo cual ya no sé si podré trabajar ahora); pero me he sentido bien poniendo las cosas en su sitio. A continuación vincularé este post al grupo Pop-pins de Facebook)//

 

1.  (27-12-10, 23.45) Alguna vez, al principio de este lento y tortuoso «make on» de Pop-pins, creo que ya comenté que la idea nuclear del relato comenzó a fraguarse hace ya tiempo. Esta es la tercera redacción que afronto. Ninguna de las dos anteriores pasó de unas cuantas páginas; la segunda llego a algo más de treinta y la primera ni eso. El motor emocional e intelectual (digamos) de la historia que justifica Pop-pins creo que ha cambiado poco, sobre todo en relación a todo cuanto se ha ido transformándo la manera de contar . Ha ido cambiando de la misma manera que pienso que yo he ido transgrediendo mi propio lenguaje.

Nada extraño en lo que digo. Nada inusual. Pero un «make on» sirve para contar tanto cosas extraordinarias como aquellas otras más intranscedentes en apariencia, y sin embargo tan determinantes. Mi propio cambio me ha sometido a grandes inseguridades, lógicamente. En este último periodo he tenido la sensación de que no sabría salir adelante. Sobre todo porque pensaba que estaba abandonando radicalmente mis impulsos iniciales a la hora de plantearme la historia que hay en Pop-pins: la historia de Helia Alvárez, actriz, y su familia. Pensaba que en la escritura actual me había alejado mucho de ese hilo conductor, que había derivado hacia otro tipo de preocupaciones más teóricas. Y me sentía mal. En contradicción. No quiero eliminar estas últimas y actuales preocupaciones (muy en relación con las contemporáneas circunstancias de crisis general, también con mi necesidad de ampliar mis conocimientos en algunas zonas de la ciencia y la tecnología); pero tampoco deseo olvidar mis referencias primeras. Y en esas referencias es donde sobrevive y respira el origen de Pop-pins. Han llegado hasta aquí con Pop-pins.

Ahora estoy más contenta. Quería retomar el ritmo de trabajo afrontando algunos capítulos en los que la novela se sitúa en determinados momentos históricos. Eso después de tener escritos otros en los que, como digo, hay bastante de cuestión teórica sobre la propia Pop-pins y también mucho discurso sobre los temas que he comentado en general (Google, la tecnología de la información, algunos pensamientos sobre el tiempo – bueno, son cosas que al releer lo escrito me parece percibir). Decidí coger el  toro por los cuernos y reabrí las anteriores versiones inconclusas. Y estoy más contenta porque no todo ha resultado ser inservible. Hay algunas páginas que puedo realmente incorporar, haciendo todos los ajustes estilísticos precisos. Y eso me pone contenta, no porque me evite una parte de redacción ex nihilo (que también), sino, sobre todo, porque me enseña que no me había perdido tanto como creía. Uno de esos capítulos me parece que se quedará con este título: «Quiero ser un bote de colón» (como la canción, sí) y lo acabo de adaptar. En el próximo post os cuento algunas cosas acerca de él.

 

 

 

 Esta es la imagen del bote de Colón en la época de la canción. Época a la que más o menos se refiere el capítulo.

 

 

 

 

Por cierto, que estos días de Navidad TEA FM  ha estado reemitiendo los capítulos de Pop-pins radio emitidos hasta ahora. Los han radiado en plan seguido. Y la semana pasada grabaron los dos siguientes. Os diré cuando se emiten. Dejo aquí el enlace a la pestaña de iVoox donde se pueden escuchar ordenados cronológicamente las pop-pins de radio; por si alguien quiere y le apetece reproducir la experiencia que ha propuesta TEA FM.

 

http://www.ivoox.com/audios-pop-pins_sa_f24684_1.html