Un viaje en el tiempo. Curioso.
Eso decía Ybris -grande, Ybris, siempre atento- en el comentario a la última píldora pop-piniana radiofónica.
Yo no sé si es curioso el hecho de que en su deriva radiofónica Pop-pins haya terminado por configurarse como un experimento literario que usa el viaje en el tiempo para encontrar sus argumentos; los argumentos que le permitan a Helia Alvárez trabar un mínimo sentido a su reto narrativo (un reto en el que se ha metido de una forma un tanto irresponsable, quizás). Reconozco que eso yo no lo tenía demasiado previsto (lo del viaje en el tiempo, digo). A pesar de que la novela esté pensada sobre una excusa narrativa que tiene algo que ver con viajar por el tiempo (no tanto en el tiempo), como es la hypnopompia. Pero, seguramente porque la radio predispone a ir «un poco más allá», ha sucedido que la situación primordial en los guiones para TEA FM es un auténtico viaje en el tiempo de Helia y Mary Pop-pins en persona.
Tampoco tenía prevista la aparición tan sustancial del personaje Mary Pop-pins. A pesar del títrulo de la novela. Pop-pins en la novela es más bien una especie de metáfora, algo que funciona como referente general, porque todos conocemos la historia, las características del personaje, sus habilidades y poderes, etc, etc. Pero de nuevo, he de decir, en los guiones Mary Pop-pins pidió su sitio: dejo de ser representación para ser presentación, para ser una vez más personaje conductor, igual de sabionda ella que siempre la hemos conocido, aunque algo más indecisa, despistada, irreverente e incluso un puntito liante.
Tengo claro que este asunto de viajar en el tiempo (como a muchos) me ha fascinado desde siempre. En Luisamiñana.blog ya he mencionado mi afición a la serie de televisión sesentera «El túnel del tiempo». Y siempre me ha mosqueado mucho el hecho de que tuviera que dejar de verla justamente en un episodio que iba de un viaje al futuro, con seres extraterrestres incluidos. Viajar al futuro no era en la serie tan habitual como viajar al pasado. Yo deje de ver ese episodio debido a mi traslado desde Barcelona a Zaragoza. Y me mosqueé porque yo ya entendía que ese traslado era un viaje al futuro, dicho de alguna manera. Las casualidades son fascinantes: porque son casualidades que uno entiende en cuanto se formulan debido a nuestra capacidad de relacionar cosas y sus sentidos. En el fondo ese es el ejercicio que quiero hacer en Pop-pins, si la puñetera vida me deja. Y si no me deja, no será por culpa suya, sino mía, que no sé concebir algo más importante que la vida día a día.
Para quienes no visitéis Luisamiñana.blog y no conozcáis o recordéis la serie «El túnel del tiempo», dejo por aquí un youtube y un enlace, mientras yo me pongo ahorita mismo con la píldora 8 del radio-teatro, que se la debo a Chusé Fernández, el gran hombre de la radio con imaginación:
http://es.wikipedia.org/wiki/El_T%C3%BAnel_del_Tiempo
Aunque lo realmente fascinante son las posibilidades tanto reales como metafóricas de las hipótesis científicas que sustentan el modo en que ese viaje en el tiempo podría llegar a realizarse. Tendré que conformarme con las metafóricas, lo sé. Lástima.
http://ver-documentales.net/ciencia-al-desnudo-la-maquina-del-tiempo/
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