¿Qué es eso de Pop-pins?

La pregunta es de José Luis Gracia Mosteo, dejada en un comentario a una entrada anterior. Le respondí que en parte ya había yo intentando contarlo de alguna manera: arriba, bajo la cabecera: ¿Qué es Pop-pins?. Pero, entiendo, que el texto allí desplegado es más otro juego (como mismamente «pop-pins» lo es) que una explicación,  y a pesar de que, como todo juego, introduzca una buena dosis de riesgo real al ser jugado.

 

He llegado a este juego porque las formas son, no sólo importantes, a menudo son determinantes. También porque últimamente nuestros ritmos se han acelerado tanto, que desde que una empieza a trabajar en un proyecto hasta que intuye cómo puede finalizarlo (en teoría) todo puede haber cambiado mucho, incluso los elementos, componentes y formas que se van elaborando, eligiendo o desechando a la hora de que el proyecto en cuestión aparezca como algo capaz de ser comunicado.

 

Querido José Luis, al prinicipio ni siquiera era Pop-pins. Pop-pins es lo último. El título de este proyecto implica mucho, sin embargo. Y eso sí que creo que está más o menos desarrollado en la entrada de este blog a la que hacía referencia antes. Pop-pins indica sobre todo una manera de trabajo:

uno, porque entiendo que no puedo hablar de un tema determinado aislándolo de muchas otras cosas con las que tiene contacto (por proximidad o por referencia cultural), y eso es una actitud «pop», para que nos aclaremos, o de la cultura de masas, que hubiera dicho Benjamin.

dos, porque no me apetece narrar sólo en base a la lógica de raíz cartesiana (creo que ya todo el mundo es consciente de que los modelos burgueses han fenecido, rip); prefiero la estructura que imita la naturaleza sináptica de nuestro cerebro (bufff), al que no le hacen falta todos los datos para recomponer las percepciones (y eso es un pin: remito al post de presentación de nuevo).

Pero en fin, querido José Luis, Pop-pins es lo último. Y todo es muy sencillo: voy a poco a poco escribiendo una novela que habla de una actriz provinciana que es hypnopómpica y que tiene especiales percepciones de las cosas, lo cual le ayudará a descubrir historias que parecían no existir y que sin embargo han sido determinantes para ella (la vida misma, oiga); en fin que todo es distorsión.  

En Pop-pins hay que ordenar un poco muchas cosas: a la propia Mary Poppins -lo que más me ha fascinado siempre de ese cuento es el bolso de la tipa-, la historia de mi generación (una generación que ha estado siempre más despistada que una gamba en un teatro: generación gamba, la llamaremos pues), la pobre Helvia y su desastrosa vida, el tiempo, el tiempo, el  tiempo…(que no sólo es tiempo).

Bien, además, como espero que ya hayas leído, estimado José Luis, se trata de que mientras voy escribiendo (o no, como sucede estos días últimos, pues tengo la sensación de haberme quedado en flotante convalecencia tras medio año largo ya de muchas vivencias agotadoras: confieso /este blog me recuerda en parte a los confesionarios de los reality televisivos/:), los amigos y quienes quieran acercarse hasta aquí me acompañen en ese proceso a través de estas notas. Luego están las píldoras de la radio: un mundo fascinante para mí, la radio. Los pequeños espacios de radio teatro son otra manera de hablar de lo mismo: hay o pudiera haber tantas… También vosotros, los amigos, podéis hacerlo, si queréis, e introduciremos así más referencias para la construcción de este invento (que no lo es mío: hay más gente haciendo trabajitos similares, ya lo iremos viendo).

Yo también aprecio realmente tu escritura, y además agradezco tu interés y tu generosidad. Así que de alguna manera, esta foto tomada ayer mismo es una muestra de ese agradecimiento por mi parte, un mínimo regalo: en Zgza el día suele terminar casi siempre así, ya lo sabes:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un abrazo.